jueves, 14 de abril de 2011

Palabra mercenaria...


Una palabra perversa, mercenaria, palabra que es aullido, amenaza, chantaje… Expresión que atenaza al amor, que fragmenta el diálogo, que dispersa el miedo hasta hacerlo propiedad de todos, una palabra que no merece serlo, que se alimenta de la desconfianza y vive de la muerte, que despierta lamentos, lágrimas, reclamos, gritos que son el grito de todos, el “ya basta” y el “estamos hasta la madre”, frustración e impotencia para despertar el alma y avivar conciencias…
 
Mensaje que sumerge al sonido en arbitraria obscuridad y secuestra el verbo en medio de un país, cansado de vivir en ninguna parte… Señal que detiene el tiempo, eco de la negligencia y el abandono… Voz que congela miradas, que vive del dolor y la memoria… “Violencia”, voz maldita, irreparable, miserable.
No escribamos sobre un muro abandonado. No dejemos que se pierda la mirada, ni que la luz se sepulte tras las sombras. Aún así, o por eso mismo, atrevámonos a amar, a ser, vivir, mirar, caminar, exigir, hablar, compartir, escuchar... Lo repito: los buenos somos más.

1 comentario:

  1. ..despertar el alma y avivar conciencias" me encantó tu relato o reflexión, magnífica, te felicito..
    Un saludo cordial
    Inma

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